Grande esta viñeta de The New Yorker. En ella se ve a un hipster que dice, ante el ataque de unos bandoleros del siglo XIX – principios del XX: Espera, no soy un Hatfield ni un McCoy. Soy de Brooklyn. Es que son el hazmerreír de New York, en serio.
Hipster – Emos – Grunge teenagers con sentimientos de rechazo que le preguntan a su gato por qué les juzgan, pero realmente solo están diciendo «Miau». ¡Pues eso pasa con cualquier cosa que os dicen, señores míos!