Decidido, este verano monto un puesto tan cuqui y tan vintage como este en el que se diversifica el negocio y ofrecemos limonada casera, tatuajes (calcamonías, en su defecto) y galletas para perros, que no se diga que no tengo visión empresarial.
Pues eso, teens de mis amores, si vuestros padres no os dejan tatuaros un unicornio en la muñeca, podéis buscar en bollería industrial y chucherías hasta que os salga una calcamonía de unicornio para ponérosla en la muñeca. De nada.