Sabes que vives en una ciudad irremediablemente hipster, por ejemplo, Toronto, cuando te encuentras un tronco de u árbol mal cortado y e intentan vendértelo por 98$ como si fuese un mueble de diseño en «Design Republic». ¡Venga ya hombre!
En casa del hipster todos los objetos de decoración tienen que ser super originales y únicos, así que el taburete tiene que ser, como mínimo, el objetivo de una cámara réflex de un gigante.