Siguen los leggins, las zapatillas victoria, las cazadoras de cuero, el pelo ondulado y mucho más, tal y como lo avecinaban las moteras de Ángeles del Infierno en los 70. Guapas, con carácter y malotas, como nos gustan.
Sí, somos mujeres de los 60 haciendo coas de mujeres, como reunirnos en casa de una a fumar, a bebernos hasta el agua de los floreros y a «hablar de libros», you know what I mean.