Comparado con los bikinis tan feotes que nos ponemos ahora las chicas, por no hablar de los trajes de neopreno que destrempas a 50 km de distancia, esto es gloria bendita.
Sí, somos mujeres de los 60 haciendo coas de mujeres, como reunirnos en casa de una a fumar, a bebernos hasta el agua de los floreros y a «hablar de libros», you know what I mean.
Momentazos de la historia que no vivimos y daríamos una patilla de nuestras gafas por haberlos vivido, como el estreno de The Goodfather en un cine. EEUU. Años 70.