Cuando le haces una entrevista a un gafapasta torturado siempre te esperas una respuesta ingeniosa y torturada. A este le han preguntado: ¿Cuál es el peor regalo que ha recibido en la vida…? y responde: Mi vida. ¡Qué crack!
Oh, sí, por fin han llegado las gafas de pasta definitivas con persianas de oficina para cuando vayamos en el metro o en el bus y nos queramos echar un sueñecito. ¡Sí, sí!