Le tenemos que hacer un lavado de imagen y cambiarle las gafas «del cerca» con montura al aire por unas de pasta, pero tiene una taza de café del Starbucks y un Mac Air, así que ya tenemos nuevo colaborador en Cuánto Hipster.
Las tiendas de ropa de segunda mano y vintage no son un invento del siglo XXI, tu padre hipster ya compraba ahí antes que tú.