Seh, los helados de arcoíris se hacen metiendo a un unicornio en una máquina a hacer popó. cacafuti o como prefiráis llamarlo. Allí es donde la magia sucede.
Pues eso, ¡que le den a la dieta! (aunque sólo sea un día…) Tanto street marketing y tanta leche y no hay nada como una buena chica vintage para que te diga lo que es una verdad y lo que es la belleza de las curvas.