Mirad: íbamos a criticar estas gafas de sol tan kitsch, pero en el fondo, nos gusta. 1 Porque molan per se. 2. Porque son muy retros 3. Porque el ángel dorado se parece a Einstein, y eso no tiene precio.
Aunque ya es muy mainstream eso de hacerse la misma foto entre hermanos y amigos pero 15 ó 20 años después, no dejan de gustarnos, especialmente si los niños son así de modernetes con un estilazo que tira pa’trás.