O sea, no he visto fachada tuneada más molona que este radiocassete gigante. No sabemos si se esconde una tienda de discos, un bar musical o, simplemente, la casita de un hipster, pero chana mil.
Te vas a tener que decidir entre el look hippie mochilero o el hipster indie de festivales, porque todo a la vez está quedando demasiado excesivo, ¿no crees?