Lo dicho, si no te has columpiado hasta arriba y no te has soltado, volando, formando una parábola y cayendo al suelo de boca, no has tenido infancia, has sido un niño burbuja.
Cuando crees que llevas peinado y bigotito de moderno y resulta que un monitor de natación en una playa a principios de siglo XX ya lo llevaba, más de 100 años antes que tú.
También te digo una cosa, qué difícil ligar en la playa con tanta ropa, ¿no? ¡Tenías que tener conversación o algo!