Las amigas de verdad, cuando estás mal, van a tu calle y hacen una pintada con tizas de colores en la acera que te dicen: No estás sola, con arcoiris y corazones de todos los colores.
Lo guay es que, a medida que pasen los años, puedes ir tatuándote los corazones de color negro porque tu vida se va acabando. Tempus fugit y todo eso./div>