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Esta es la triste historia de un hipster de New York al que no dejaron subir al bus (suponemos que por el gran carrito porta-Dios-sabe-qué y decidió ponerse en su camino diciendo: «Si yo no puedo tomar este bus,nadie lo toma». Hasta que la señora negra se puso chulita en plan peli y el chavalito decidió quitarse de en medio por miedo a posibles represalias, como que le soltase un bofetón.) un día normal allí, supongo.
Vía Die Hipster
Vía Die Hipster