Encerrarme en la habitación después de comer y, en vez de echarme la siesta, encender la tele antigua de mis abuelos, enchufar la Nintento y viciarme al Mario Bros hasta no ver ni un pijo.
«Peligro,dejadlo. Por vuestra seguridad, no alimentéis ni molestéis a los cocodrilos». Estos chicos lo han hecho y prf, han quedado fatal de lo suyo. Estas familias molan entre mucho y demasiado.