Esta foto, tomada en 1968, nos muestra a un verdadero perro o perra Beatnik, con boina y zapatos de charol incluido. Estaba en todos los círculos literarios, frecuentaba en su juventud los charcos de pis de Horacio Oliveira y demás.
Yo y mis amigos, los hipster puppies, nos reunimos todos los miércoles para escuchar vinilos de jazz en este gramófono mientras bebemos un jerez. Estáis invitados.