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Aún faltan 12 días para acabar el 2016 pero me aventuro a decir que este señorito sentado en un tranvía y ataviado con una gran bufanda manta, un gorro de lana, unos auriculares grandes y escribiendo su última gran obra literaria en una máquina de escribir se lleva el premio al hipster más hipster del año. ¿Estáis de acuerdo?
