Porque besarse en el suelo o tirados en el césped es demasiado mainstream. Preferimos hacerlo subidos a un semáforo en plena ciudad mientras todos miran.
Las parejas hipsters no pueden hacerse la típica foto de estudio en la que se mira con cara de enamorado al infinito, tienen que retratarse con maniquíes, cuernos de diablo, prótesis de manos y roles dominante-sumiso.
Viva Japón, su moda y sus japoneses, mejor aún si son hipsters, porque todos los días pueden ser Carnaval y puedes ir por la vida vestido de nativo americano, ¡celebrémoslo!