Abrimos el «Momento retro».
Tú, que te regocijas trabajando y jugando con el ordenador desde el sofá, el sillón, la hamaca, la cama y ya con el móvil desde el WC que sepas que nuestros mayores (allá por los años 80 o años 90, no reconozco del todo el modelo del ordenador) lo tenían super difícil para llevar a cabo tal acción y se tenían que comprar armatostes de este calibre para tumbarse «cómodamente» a utilizar el ordenador. La Guerra Civil y la posguerra como que se queda en nada al lado de esto, vamos.
El «momento retro» ya acabó.
Tú, que te regocijas trabajando y jugando con el ordenador desde el sofá, el sillón, la hamaca, la cama y ya con el móvil desde el WC que sepas que nuestros mayores (allá por los años 80 o años 90, no reconozco del todo el modelo del ordenador) lo tenían super difícil para llevar a cabo tal acción y se tenían que comprar armatostes de este calibre para tumbarse «cómodamente» a utilizar el ordenador. La Guerra Civil y la posguerra como que se queda en nada al lado de esto, vamos.
El «momento retro» ya acabó.
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